Los Mamelucos, Mamluk (castellanizado mameluco) es una palabra árabe que significa «poseído», «gobernado», es decir esclavo de origen no-musulmán. fueron soldados esclavos convertidos al Islam y que constituyeron un sultanato en Egipto y regiones vecinas entre 1250 y 1517. De esta casta surgieron dos dinastías de regentes. Estos ex esclavos de origen no musulmán provenientes del sur de Rusia y el Cáucaso se constituyeron en una milicia (unos doce mil) que fue organizada por el sultán ayubí as-Salih Ayub (g. 1240-1249). De esta casta surgieron dos dinastías de regentes, los Bahríes (1250-1382), formada por turcos y mongoles, y los Buryíes (1382-1517), formada por circasianos (procedentes del Cáucaso).
Los nombres Bahrí y Buryí se derivan de los lugares en los cuales habían estado acuarteladas las tropas que se hicieron con el poder. Notablemente experimentados en el arte de la guerra y dotados de un valor extraordinario, estos soldados del Islam frenaron el avance de los mongoles de Hulagú (1217-1265), el destructor de Bagdad en 1258, y de Ghazán (1271-1304), y, a la vez, lograron reconquistar en Siria y Palestina los enclaves cruzados, erradicando definitivamente esa amenaza occidental. Hubo veintisiete sultanes mamelucos denominados bahríes (de bahr, "río", referido al Nilo, pues en su delta combatieron a la séptima cruzada), de origen turco, entre 1250-1382, y veintisiete burÿíes (de burÿ, "torre", ya que originalmente su cuartel estaba coronado por una torre de vigilancia), de origen circasiano o cherkés (procedentes del Cáucaso), entre 1382-1517. Entre los bahríes el más famoso fue el kipchak Baibars.
Entre los burÿíes se destacó particularmente el circasiano al-Malik al-Ashraf Saifuddín Barsbai, apodado «la Pantera», gobernante entre 1422 y 1438, que lanzó una expedición contra Chipre en 1425 y que finalizó con la captura del rey isleño Janus, cuyo hijo Juan II (g. 1432-1458) se declaró vasallo del sultán. El advenimiento de la dinastía Bahrí en 1250 inició una línea sucesoria que trajo consigo ganancias territoriales y gran prosperidad a Egipto y Palestina. Después de 1341 el poder del sultán Bahrí gradualmente pasó a los jefes de tropa. Hacia 1382 el primer regente Burÿí pudo ocupar el trono. Su mandato y el de sus sucesores fue problemático debido a revueltas palaciegas, guerras civiles y conquistas extranjeras, culminando con la derrota de la dinastía en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano. Egipto entonces se sometió a la autoridad de un representante turco, el pashá, aunque el poder real continuaba estando en manos de los beys mamelucos, gobernadores de distritos o provincias menores.
Hacia mediados del siglo XVII los emires mamelucos, o beys, habían restablecido su supremacía. Cuando Bonaparte, al pretender avanzar hacia las posesiones británicas en la India, invadió Egipto, derrotó a los mamelucos en la batalla de las Pirámides el 21 de julio de 1798 (2). Después de que los franceses evacuaran Egipto en 1801, los mamelucos lucharon con los turcos por el poder, aunque fueron diezmados por Muhammad Alí (3) en la masacre de El Cairo en 1811. Los supervivientes huyeron a Nubia y a Zanzíbar. Los mamelucos tuvieron una trascendencia de casi 600 años en la historia del Egipto musulmán (640-1226 de la Hégira). ANTECEDENTES Los Ayubíes fueron la dinastía fundada por Saladino en 1169,la cual gobernó Egipto, Palestina y Siria. Al producirse la séptima cruzada (1248-1254), el pueblo musulmán estaba cansado de los últimos sultanes ayubíes, tanto por su indecisión como por su ineficacia en enfrentar a los invasores europeos.El 5 de junio de 1249 los francos desembarcan y al día siguiente toman Damieta. Luego de avanzar por el delta del Nilo, el poderoso ejército cruzado integrado por doce mil infantes y dos mil quinientos caballeros encabezados por el rey franco Luis IX (1214-1270) (más tarde canonizado) es derrotado en Mansurah (8 de febrero de 1250) y obligado a retroceder y a rendirse en Sharamsah (6 de abril de 1250) ante los poderosos batallones mamelucos. Una nueva era había comenzado.-
Los nombres Bahrí y Buryí se derivan de los lugares en los cuales habían estado acuarteladas las tropas que se hicieron con el poder. Notablemente experimentados en el arte de la guerra y dotados de un valor extraordinario, estos soldados del Islam frenaron el avance de los mongoles de Hulagú (1217-1265), el destructor de Bagdad en 1258, y de Ghazán (1271-1304), y, a la vez, lograron reconquistar en Siria y Palestina los enclaves cruzados, erradicando definitivamente esa amenaza occidental. Hubo veintisiete sultanes mamelucos denominados bahríes (de bahr, "río", referido al Nilo, pues en su delta combatieron a la séptima cruzada), de origen turco, entre 1250-1382, y veintisiete burÿíes (de burÿ, "torre", ya que originalmente su cuartel estaba coronado por una torre de vigilancia), de origen circasiano o cherkés (procedentes del Cáucaso), entre 1382-1517. Entre los bahríes el más famoso fue el kipchak Baibars.
Entre los burÿíes se destacó particularmente el circasiano al-Malik al-Ashraf Saifuddín Barsbai, apodado «la Pantera», gobernante entre 1422 y 1438, que lanzó una expedición contra Chipre en 1425 y que finalizó con la captura del rey isleño Janus, cuyo hijo Juan II (g. 1432-1458) se declaró vasallo del sultán. El advenimiento de la dinastía Bahrí en 1250 inició una línea sucesoria que trajo consigo ganancias territoriales y gran prosperidad a Egipto y Palestina. Después de 1341 el poder del sultán Bahrí gradualmente pasó a los jefes de tropa. Hacia 1382 el primer regente Burÿí pudo ocupar el trono. Su mandato y el de sus sucesores fue problemático debido a revueltas palaciegas, guerras civiles y conquistas extranjeras, culminando con la derrota de la dinastía en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano. Egipto entonces se sometió a la autoridad de un representante turco, el pashá, aunque el poder real continuaba estando en manos de los beys mamelucos, gobernadores de distritos o provincias menores.
Hacia mediados del siglo XVII los emires mamelucos, o beys, habían restablecido su supremacía. Cuando Bonaparte, al pretender avanzar hacia las posesiones británicas en la India, invadió Egipto, derrotó a los mamelucos en la batalla de las Pirámides el 21 de julio de 1798 (2). Después de que los franceses evacuaran Egipto en 1801, los mamelucos lucharon con los turcos por el poder, aunque fueron diezmados por Muhammad Alí (3) en la masacre de El Cairo en 1811. Los supervivientes huyeron a Nubia y a Zanzíbar. Los mamelucos tuvieron una trascendencia de casi 600 años en la historia del Egipto musulmán (640-1226 de la Hégira). ANTECEDENTES Los Ayubíes fueron la dinastía fundada por Saladino en 1169,la cual gobernó Egipto, Palestina y Siria. Al producirse la séptima cruzada (1248-1254), el pueblo musulmán estaba cansado de los últimos sultanes ayubíes, tanto por su indecisión como por su ineficacia en enfrentar a los invasores europeos.El 5 de junio de 1249 los francos desembarcan y al día siguiente toman Damieta. Luego de avanzar por el delta del Nilo, el poderoso ejército cruzado integrado por doce mil infantes y dos mil quinientos caballeros encabezados por el rey franco Luis IX (1214-1270) (más tarde canonizado) es derrotado en Mansurah (8 de febrero de 1250) y obligado a retroceder y a rendirse en Sharamsah (6 de abril de 1250) ante los poderosos batallones mamelucos. Una nueva era había comenzado.-