miércoles, 22 de agosto de 2007

LA INVASIÓN ÁRABE DE ESPAÑA (711-1492) EL CALIFATO OCCIDENTAL

A la muerte de Mahoma, en el año 632, sus sucesores (los califas) consiguen la unidad Árabe. Inmediatamente después, estos se lanzan a la conquista de los países cristianos mediante una gigantesca maniobra de tenaza que se desarrolla en dos direcciones: Hacia Oriente, destruyendo en poco tiempo el imperio Persa y amenazando hasta las puertas a Bizancio; Hacia occidente, aduenándose de toda el África septentrional y pasando desde allí a España y Francia. Así a los cien años de la muerte de Mahoma, los pueblos Árabes, impulsados por su fe, han fundado un gran imperio que perdurará por largo tiempo en tierras lejanas, y esta es su Historia...
  

LA CONQUISTA DE ESPAÑA. MUSA Y TÁRIQ

Defensa árabe, escudo y dagas (amigos-de-portugal.blogspot.com)

España fué conquistada de modo accidental, desde África del Norte. "Con las Conquistas contemporáneas de Asia Central, la empresa andaluza marca a principios del siglo VIII el cenit del poderío y de la expanción árabe bajo la dinastía califal de los omeyas".
Dos son los conquistadores principales de España. Uno de ellos Árabe puro, llamado Musa Ibn Nusayr; el otro era un bereber islamisado, de nombre Tariq ibn Ziyad.
Procedente de Oriente, Musa fué...
"Así termina la batalla de Guadalete, así acaba la monarquía de los godos"
gobernador de África durante los primeros diez años del siglo VIII continuando con la pacificación del Magreb. Llegando a Tánger dejó como lugarteniente a Táriq. Desde este punto, el lugarteniente de Musa veía la costa ibérica como un objetivo alcanzable, intentando lograr lo que Oqba no pudo. Y desde la Ceuta africana le llegó a Táriq la ayuda para intentar el paso del Mediterráneo de un personaje enigmático llamado "Conde Julián", probablemente un ex Gobernador bizantino de Ceuta deseoso de colaborar con los nuevos señores.
 Después de un breve reconocimiento en 710, Tariq cruzó el mar en el 711, pisando suelo ibérico con 7.050 hombres. los objetivos de los invasores, como a menudo sucedía, no estaban claros más allá de las correrías y el pillaje, de que podían transformarse en conquista si la suerte de las armas los favorecía. Y, efectívamente los favoreció más allá de lo que podían imaginar, llevando a Tariq por sobre lo que musa habría previsto, lo que provocó un choque entrer estos dos hombres, responsables de la penetración del islam en Europa.


EL EMIRATO DE CORDOBA

Abderramán I
En un día de verano de 755, es decir, solo cuarenta y cuatro años después de la llegada de Tárik, en España desembarcó Abderramán, último superviviente de los omeyas. Venía enfermo desde oriente, de donde había escapado de los abasíes, que acababan de derrocar a la dinastía omeya. Desde Palestina pasó al África septemtrional, que recorrió de un extremo a otro -Barca, Tahort, Micnesa-, hasta que llegó a la tribu de Nafza, en las inmediaciones de Ceuta.
Gobernaba la península el wali Yusuf, en pugna entonces con Somail, gobernador de Zaragoza. Desde el momento de la invasión, la historia de la España musulmana se reduce a luchas internas entre los berberiscos, yemeníes, sirios y medineses. Los walíes o gobernadores eran, la mayor parte de las veces, independiente de la autoridad califal.
Algunos fieles adictos a los omeyas prepararon a abderramán el camino del poder, alojándolo provisionalmente en el castillo andaluz de torrox, entre Iznájar y loja. En Archidona fue proclamado emir (monarca), y pasando por la serranía de ronda llegó a Sevilla, de donde se encaminó por último a Córdoba.
Tras luchas y negociaciones con Yusuf y con Somaíl, asentó con firmeza su poderío gubernamental, aunque hubo de enfrentarse contra toda clase de enemigos: árabes conspiradores, bereberes y yemeníes rebeldes, la intromisión de Carlomagno en el norte de la península (778) y toda especie de confabulaciones, incluso incluso de sus propios familiares y amigos. organizó una guardia de tropas mercenarias e implantó un despotismo militar, con el que logró superar tantas dificultades. Sus violentas repreciones acaso fueran excesivas, pero eran necesarias para afianzar la dinastía e independizarse del califato oriental.
Sus enemigos mas encarnizados, los abasíes, no dejaron de reconocer su mérito, y el propio califa Al Mansur hubo de elogiarlo con palabras precisas: "No teniendo otro sostén que su política y su perseverancia, ha sabido humillar a sus orgullosos adversarios, matar a los rebeldes, asegurar sus fronteras contra los ataques de los cristianos, fundar un gran imperio y reunir bajo su cetro un gran país que parecía dividido entre jefes". Al morir, abderramán (788) dejó un gobierno: el emirato de Córdoba, independiente del califa de Bagdad.

Inestabilidad Política
La inestabilidad fue la característica más notoria del emirato cordobés. Por muy fieles que fueran los omeyas, los notables se sentían preocupados ante la disidencia que suponía el emirato español respecto de Bagdad, la sede del califato oriental. Para ofrecer mayor sensación de legalidad religiosa, Abderrahmán inició en 789 la grandiosa construcción de la mesquita de Córdoba, cuyas obras estaban muy adelantadas a su muerte, dos años después. Su hijo Hixem I las continuó. Fue erigida aprovechandoelementos ya existentes de una antígua catedral. Impresionan en ella sus incontables columnas, que parecen formar un verdadero bosque de piedra. Sus arcos de herradura, característicos del estilo árabe , fueron utilizados, sin embargo, por los visigodos y otros pueblos de oriente, y aquí aparecen montados uno sobre otro, recordando en cierto modo los acueductos romanos. la mezquita de Córdoba constituye aun hoy día un monumento de primer orden: es la mayor mezquita de espacio cubierto en todo el occidente musulmán.

Abderramán II y la problemática Mozárabe
"Te dejo mis provincias pacificadas, ¡oh, hijo mío! Parecen un lecho sobre el cual puedes dormir tranquilo, porque he tenido cuidado de que ningún rebelde turbe tu sueño..." decía Alhakem I a su hijo Abderramán II (821-825). Se equivocaba. Vivía latente y soterrado un poso de rebeldía espiritual, el más peligroso y sutil de los inconformismos.
La corte cordobesa iba pareciéndose cada vez más a la de Bagdad. hubo artistas como Ziriab, discipulo de un gran músico del la corte de Harum al Rachid, árbitro de la elegancia, de la moda y de las buenas maneras; tenía, además, el buen gusto de no mezclarse en política. El propio emir era aficionado a la poesía y al ambiente definado. Pero el gobierno fue manejado por una emiresa egoista e intrigante y por un eunuco llamado Nasar, que aborrecía a los cristianos, hasta entonces en general respetados. A todo ello se acompañaba la inestabilidad social: durante siete años hubo guerra civil en tierras de murcia, y en toledo estalló otra revuelta con carácter de germanía, dirigida por un herrero. En Mérida, la rebelión de los cristianos era continua.
Esta rebeldía mozárabe -vale decir, de los cristianos españoles sometidos a los árabes- fue la mas espectacular y sensible. los antiguos hispano-romanos, un siglo después de la invación musulmana, no se conformaban con ser ciudadanos de segunda categoría a que quedarron sometidos, gracias a la tolerancia e indiferencia de los conquistadores. Su rebelión fué al mismo tiempo espiritual y armada.


CONTINUARÁ...


                                                                       

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